En el contexto de las universidades, la ruta digital, pretende, a través de la transformación de los servicios de TICs, convertir universidades tradicionales en universidades digitales inteligentes, obteniendo mejoras y satisfacción para los diferentes tipos de usuarios que conforman la Universidad en estos tiempos de la era digital, de tal manera, que se aporten recursos significativos a la formación y educación.
Año 2020, en el contexto de la pandemia a nivel mundial, la gran pregunta que surgió a mediados de marzo en el Ecuador fue: ¿están las universidades preparadas desde el punto de vista digital para afrontar la pandemia y seguir prestando los servicios académicos y administrativos a la comunidad universitaria? La respuesta depende, básicamente, de la infraestructura que las universidades poseen y de la rápida actuación de los departamentos de tecnología. Estos procedieron a asignar más recursos a sus plataformas virtuales; puesto que, de un día para el otro, se produjo una transición desde la docencia presencial a virtual, se activaron plataformas de videoconferencia para mantener las actividades y continuar con el desarrollo de los contenidos. De igual manera, se realizaron las acciones técnicas necesarias para que todos los sistemas de información se encuentren a disposición del personal administrativo y, así, de esta manera, pudiesen acceder desde sus domicilios para continuar ejecutando sus actividades cotidianas, manteniendo activos los diferentes servicios que permiten dar continuidad a los procesos institucionales.
Otra de las grandes preguntas fue relacionada con los alumnos. ¿Están los alumnos preparados desde el punto de vista tecnológico para la pandemia? Básicamente, la respuesta depende de si el alumno posee las herramientas necesarias en cuanto a tecnología, así como una óptima conectividad a Internet o no. En el caso de las instituciones públicas, probablemente ha sido el mayor inconveniente que se produjo a mediados del mes de marzo, puesto que se evidenció la falta de infraestructura a nivel nacional; esto, debido al limitado ancho de banda que poseen los alumnos en sus residencias, debido, entre otros factores, al alto costo de los planes de Internet ofrecidos por los proveedores nacionales y que aún dista mucho de países del primer mundo. Además, la realidad ecuatoriana en cuanto al número de personas que habitan en una vivienda y teniendo en cuenta que muchos de los integrantes emplean el servicio de Internet para distintas actividades, ocasionan, en la mayoría de los casos, que la conectividad sea compartida entre varios dispositivos, lo que genera una disminución en la calidad del servicio. Asimismo, existe el caso puntual en estudiantes del sector público, que no poseen un computador personal, lo que indujo a las autoridades universitarias a ejecutar un plan que les permitió ceder en calidad de préstamo temporal equipos de computación, para que los estudiantes pudiesen continuar con el desarrollo de sus actividades de docencia. Adicionalmente, en aras de solucionar el inconveniente de la conectividad a Internet, las autoridades gestionaron con algunas operadoras de telefonía móvil, la asignación de planes a precios accesibles y, en algunos casos, donaciones a los alumnos de bajos recursos económicos.
En este contexto, se evidencia que las universidades ecuatorianas forzosamente han sido obligadas, de manera repentina, a dar un salto hacia una transformación digital. Esto ha ocasionado que no se apliquen procesos metodológicos para obtener niveles altos de madurez en el proceso de cambio. Entre los grandes retos que se presentan, se encuentra el proceso de transición, por parte de los usuarios de la comunidad universitaria, hacia el aprendizaje de una cultura digital, basada en los servicios de TICs que se han puesto a disposición.
Este proceso de cambio y transición implica el aprendizaje y uso acelerado de las nuevas tecnologías. En cuanto a los departamentos de tecnologías, el uso de los diferentes servicios están generando grandes cantidades de datos, lo que implica la ejecución de procesos de analíticas de datos, generando, a su vez, la aplicación de procesos fuertes de investigación e innovación que permitan tomar decisiones, principalmente relacionado con tecnologías de Big Data, procesos de Gestión y Gobierno digital de TICs, entre otros.
Las universidades continúan trabajando, en la medida de lo posible, de manera virtual y semipresencial; prestando sus servicios administrativos en modalidad de teletrabajo y, los docentes, dictando sus clases a través de plataformas digitales.
Cabe una reflexión final en el contexto ecuatoriano, si deseamos universidades digitales inteligentes, esto implica inversión en diferentes ámbitos tales como infraestructura tecnológica, capacitación, entre otros, por lo que, actualmente, no es pertinente la aplicación de políticas de reducción presupuestaria en el área de la educación, sino, por el contrario, es inminente la inversión en este sector.
Víctor Hugo Saquicela Galarza es Docente/Investigador y Director de Tecnologías de la Información y Comunicación de la Universidad de Cuenca, Ecuador.